Cantagallo es el nombre de la comunidad ubicada a riberas del Río Rímac, hace casi diez años, catorce familias de la etnia Shipibo Conibo dejaron todas sus cosas de la selva para migrar a una selva de cemento llamada Lima. • El hogar prometido Cantagallo les habían dicho, ese era el nombre del hogar prometido un nido vacío que necesitaba gente para ser ocupado y ser tomado como invasión. La dirección exacta era Riberas del río Rímac, en frente a un relleno sanitario y como paisaje una que otra ave carroñera. • La excusa perfecta La excusa perfecta fue: una “cordial” invitación para ser partícipes en la Marcha de los 4 Suyos. Luego nacieron otras excusas como la de un futuro mejor en un lugar donde había muchas oportunidades. Sí, Lima fue pintada como una selva de cemento llena de oportunidades. Lo cual creyeron y no cuestionaron porque sabían que de todas maneras cualquier lugar que donde estuviesen sería mejor”. • Una selva de cemento Cambiar árboles por cemento, en este caso tierra y malos hedores debe ser chocante para cualquier persona. Aquí no hay aire puro no hay agua limpia, la realidad es otra, es una selva de cemento. • Contaminación Actualmente, una de las principales causas de contaminación del río Rímac es el vertimiento de los relaves mineros en su cauce. Estos desechos contienen hierro, cobre, zinc, mercurio, plomo, arsénico y otras sustancias sumamente tóxicas. Esta contaminación ha empobrecido los suelos agrícolas de esta parte del país, a tal punto que las tierras lucen desoladas y áridas, los sembríos de antaño ya no existen, ya no se cosechan frutas ni verduras. La contaminación ha afectado tremendamente el ecosistema en general. Los principales culpables somos nosotros por la poca conciencia que tenemos sobre el cuidado de nuestro medio ambiente. • Pobreza El estado en que viven estas familias donde abundan los niños es precario, no hay agua, no hay luz, no hay desagüe. Hay muchas carencias pero cada quien acepta la manera en cómo quiere vivir. Los habitantes a pesar de ello no se dan por vencidos, son tercos y deciden traer más familiares suyos quizás a vivir esa misma suerte. Trabajan vendiendo artesanías las cuales poca gente compra por lo mismo que no conoce su historia. • Estado ausente El estado no ha hecho nada, aún para mejorar la calidad de vida de estas personas, y no es porque tenga el debe, sino es su deber prevenir situaciones como estas. Crear campañas de concientización para preservar la casi nula agua que queda en el Rímac. Y cambiar las políticas centralizadas de gobierno. Son los jóvenes quienes promueven este tipo de iniciativas para ayudar y educar a comunidades como estas. Entonces el estado debería darnos el ejemplo

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